martes, 19 de abril de 2016

la pieza que falta


Merih Sozeri


un momento de euforia y agitación seguido de una somnolencia desencantada
¿se acaba tan rápido?
sensaciones burbujeantes recorren la columna vertebral
¿por qué desperdiciar esto escribiendo?
disponibilidad espiritual, lo llaman
escribe el mensaje que te dictan
¿de qué hablas?
siempre es así contigo, parece que vas a escribir algo bueno pero te vienes abajo antes de llegar a ninguna parte
encontré un cuaderno casi en blanco nuevo en el que alguien había escrito:
la pieza que falta
la sensación más cotidiana es la extrañeza
ante el lenguaje que no cierra
la insuficiencia se filtra por las grietas y te ilumina, no hay nada más, nada mejor
¿acaso no puedes hacer algo con esto?
recoge los rayos de sol sobre tu bol de arroz y come, sugiero, pero no dejas de hablar, preguntas cómo puedes hacer, cómo acceder a una imagen semejante, cómo trepar la escarpada pared de tus percepciones, si las cosas pueden terminarse de repente sin que nada
haya sucedido:
-

lees: a menudo las personas que participan en estos acontecimientos están dormidas o desarrollando algún tipo de vida anímica subterránea o gestionando la transformación de sus tejidos hacia lo vegetal pero es en realidad en estos momentos cuando están dando lo mejor de sí, ignorantes y desprotegidos


entonces te ejercitas en tomar notas desprovistas de propósito: aquí estoy sintiendo crecer las fibras largas del alcohol la soledad los días que se esponjan y lo absorben todo se llenan de alimentos secos siento deseos de hacer las cosas que hacen las personas normales sabiendo que no cuando despierto recuerdo el eco de músicas subterráneas y a lo largo del día sigo la evolución de las nubes me informo sobre el volumen de agua caído en este mes observo cómo el hambre empieza a ocupar todo el espacio

1 comentario:

  1. El lenguaje no cierra, ni contiene de forma adecuada todo lo que nos pasa por dentro y por fuera. Es imperfecto. Y con él hacemos lo que podemos, para filtrar y definir lo que no entendemos por nada del mundo.

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