jueves, 28 de noviembre de 2013

la sentencia


Francesca Woodman



Las negras paredes pegajosas, las tuberías rotas, los recipientes esmaltados carcomidos por el óxido, los tres árboles muertos asfixiados entre los altos muros del pequeño patio, grava dura. Dentro de sus ojos, en el pozo neblinoso y negro de sus miradas, se ve el monte de la transfiguración, en lo desconocido radiante y mudo ahora caminan y caminan



Birgitta Trotzig





2 comentarios:

  1. Me considero una admiradora de la obra de Francesca Woodman, muy bien escogido :)

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    1. gracias, me gusta mucho también, y enseguida pensé en ella cuando decidí subir un poema de birgitta trotzig; comparten ese universo de escombros :)
      abrazo!

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