Francesca Woodman |
Las negras paredes pegajosas, las tuberías rotas, los
recipientes esmaltados carcomidos por el óxido, los tres árboles muertos
asfixiados entre los altos muros del pequeño patio, grava dura. Dentro de sus
ojos, en el pozo neblinoso y negro de sus miradas, se ve el monte de la
transfiguración, en lo desconocido radiante y mudo ahora caminan y caminan
Birgitta Trotzig
Me considero una admiradora de la obra de Francesca Woodman, muy bien escogido :)
ResponderEliminargracias, me gusta mucho también, y enseguida pensé en ella cuando decidí subir un poema de birgitta trotzig; comparten ese universo de escombros :)
Eliminarabrazo!