Jocelyn Catterson |
Oculté de ti mi corazón
como si lo hubiera tirado al Neva…
resignada y sin alas
en tu casa vivo.
Sólo que… por la noche oigo chirridos.
¿Qué hay entre esas sombras extrañas?
Los tilos del Palacio de Sheremétev…
Un desfile de duendes…
con cautela se acerca,
como murmullo de agua
el negro rumor de la desdicha,
se apropia de mi oído
y, cumpliendo una tarea, musita
su ritornelo, siempre el mismo:
“Buscabas estar bien,
¿sabes acaso dónde está tu bienestar?”
Anna Ajmátova
Traducción: Monika Zgustova y Olvido García Valdés
"Volví a la vida; vi que estabas
ResponderEliminartejiendo, destejiendo siempre.
Silenciosa, tejiendo
(tarde es, Amor, ya tarde y peligroso.)
y destejiendo nieve..."
Blas de Otero.
"Abres y cierras, suave, el cielo.
ResponderEliminarComo esperándote, amanece.
Cedes la luz, mueves la brisa
de los atardeceres.
Volví la frente: Estabas. Estuviste
esperándome siempre.
Detrás de una palabra
maravillosa, siempre."
Precioso este poema de Ajmátova que no conocía. Gracias.
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