miércoles, 13 de julio de 2011

Señora de la Apacible Ronda



7.

Alabanza de mi noche blanca,
supresión de los abismos de mi corazón,
aniquiladora de mis momentos atroces.
Benditas tu caricia y tu palabra, Señora de la Apacible Ronda,
muchacha mía que detesta llorar por la mañana,
muchacha que habla a solas por la casa y ríe.
Ola frágil, bajo mi cuerpo ardiente tu cuerpo mío se calcina en un delirio de luz
y entonces somos una sola sustancia.
Flor de mis jadeos y mis éxtasis, tú, la callada, con tu mano en mi pecho
diciéndome la claridad calladamente,
permitiéndole al tiempo transcurrir sobre nosotros sin rozarnos,
nosotros, juntos, los eternos.


Darío Jaramillo Agudelo


[Imagen: Rose, John William Waterhouse]

7 comentarios:

  1. ¡Ey, de casualidad he encontrado tu blog!
    Me pasaré por aquí.
    Un beso, María.

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  2. Natalia, me alegro de que nos hayamos encontrado también virtualmente... nos leemos :)
    Otro beso para ti!

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  3. Precioso poema y preciosa ilustración. No conozco la obra de Darío Jaramillo, voy a buscar más cosas sobre él. Gracias por el descubrimiento.
    Un beso.

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  4. Como le inspiraba!!!

    Una musa de ensueño.

    Saludos.

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  5. A mí me gusta mucho este poema porque no es tan frecuente encontrar poemas de amor feliz que sean buenos, y no caigan en un pastel desenfrenado. Éste tiene una belleza serena que me encanta, me alegro de que os guste también a vosotros :) (Otros de Darío Jaramillo son un poco más...sentimentales)
    Un beso

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  6. Muy hermoso poema, sí. Autor desconocido que conocer.
    Un saludo.

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