sábado, 30 de octubre de 2010

Ya no sé andar solo por los caminos

II.

El amor es una compañía.
Ya no sé andar solo por los caminos.
Porque ya no puedo andar solo.
Un pensamiento visible me hace andar más deprisa
y ver menos, y al mismo tiempo disfrutar de ir viéndolo todo.

Incluso la ausencia de ella es algo que está conmigo.
Ella me gusta tanto que no sé cómo desearla.

Si no la veo, la imagino y soy fuerte como los árboles altos.
Pero si la veo, tiemblo; no sé qué ha sido de lo que siento en su ausencia.
Todo yo soy una fuerza que me abandona.
Toda la realidad mira hacia mí como un girasol con la cara de ella en medio.

Alberto Caeiro 10/7/1930


F. Pessoa, Cartas a Ophélia

miércoles, 20 de octubre de 2010

que de veras tú pasas a mi sangre

Extraño no decirlo y hablar hidras pensadas
o hacer poesía y cálculo,
extraño no contarte que el cianuro Cioran viene sobre las diez,
o viene Rilke el poeta
a contarme que sí, que de veras tú pasas a mi sangre
pero de qué nos sirve.
Veneno y sombra extraña, extraño no decirlo, de metales muy fríos
y faltos de latido:
amor, es eso, yo bebo violas rotas,
pienso cosas quebradas,
en verdad yo me bebo la infancia del coñac,
bebo las locas ramas virginales,
bebo mis venas que se adormecen para querer morir,
bebo lo que me resta cuando dejo mi cuello
bajo la luna de guillotina,
bebo la sábana de los sacrificios y bebo el amor que salpica sueño
pero de qué nos sirve.

Blanca Andreu, De una niña de provincias que se vino a vivir a un Chagall

domingo, 17 de octubre de 2010

Carta de Henry Miller a Anaïs Nin

Terriblemente, terriblemente vivo, afligido, absolutamente consciente de que te necesito..He de verte, te veo brillante y maravillosa y al mismo tiempo le he escrito a June y me siento desgarrado, pero tú lo entenderás, debes entenderlo. Anais, no te apartes de mí. me envuelves como una llama brillante. Anaïs, por Dios, si supieras lo que siento en este momento. Quiero conocerte mejor. Te quiero. Te quise cuando viniste a sentarte en mi cama -esa segunda tarde fue toda como una cálida neblina- y de nuevo oigo cómo pronuncias mi nombre, con ese extraño acento tuyo. Despiertas en mí tal mezcla de sentimientos que no sé cómo acercarme a ti. Ven a mí, aproxímate a mí, será de lo más hermoso, te lo prometo. No sabes cuánto me gusta tu franqueza, es casi humildad. Sería incapaz de oponerme a ella. Esta noche he pensado que debería estar casado con una mujer como tú. O es que el amor, al principio inspira siempre esos pensamientos?. No temo que quieras herirme. Veo que tú también posees fuerza, de distinto orden, más escurridiza. No, no te romperás. Dije muchas tonterias sobre tu fragilidad. Siempre he sentido un poco de vergûenza, pero la última vez menos. Acabará desapareciendo toda.

Tienes un sentido del humor delicioso; lo adoro. Quiero verte reir siempre. Te lo mereces. He pensado en sitios a donde deberíamos ir juntos, sitios oscuros, aquí y allí, en París, por el simple hecho de decir "aquí vine con Anais", "aquí comimos, bailamos o nos emborrachamos juntos". Ay!, verte borracha alguna vez, qué privilegio!, casi me da miedo de proponértelo; pero Anaïs, cuando pienso en cómo aprietas contra mí, cuán ansiosamente abres las piernas y qué humeda estás, Dios, me vuelvo loco de pensar en cómo serías cuando todo se disuelve. Ayer pensé en ti, en cómo ciñes las piernas en torno a mí, de pie, en cómo se tambalea la habitación, en cómo caigo sobre ti en la oscuridad sin saber nada. Y me estremecí y gemí de placer. Pienso que si he de pasar todo el fin de semana sin verte, resultará intolerable. Si es preciso, iré a Versailles el domingo - lo que sea, pero he de verte. No temas tratarme con frialdad. Me bastará con estar cerca de ti, con mirarte admirado. Te quiero, eso es todo.

Henry Miller

sábado, 16 de octubre de 2010

El amor "hereos"

“Et cette maladie qu'était l'amour de Swann avait tellement multiplié, il était si étroitement mêlé à toutes les habitudes de Swann, à tous ses actes, à sa pensée, à sa santé, à son sommeil, à sa vie, même à ce qu'il désirait pour après sa mort, il ne faisait tellement plus qu'un avec lui, qu'on n'aurait pas pu l'arracher de lui sans le détruire lui-même à peu près tout entier : comme on dit en chirurgie, son amour n'était plus opérable.”


Marcel Proust, Du côté de chez Swann.

jueves, 14 de octubre de 2010

Como un cisne real en un estanque de lotos

19.

Aún hoy la recuerdo
con sus andares de cisne real,
sus ojos de gacela
y sus dientes hermosos.
Veo su cuerpo menudo,
atormentado por el fuego de la ausencia,
luciendo alhajas de múltiples colores y diseños:
es ella la única copa que contiene mi gozo.


44.

Aún hoy, siempre,
mi adorada anida en mi mente
como un cisne real.
Es ella como un río de amplio cauce
que vibra con el oleaje de su piel
erizada de placer.
Suya es la luz del estambre
de la flor Kadamba
cuando me anuncia,
al contemplar yo sus heridas,
el cansancio de su cuerpo.


Bilhana, Los cincuenta poemas del amor furtivo

sábado, 9 de octubre de 2010

En el inicio de la estación sombría















Bajo una explosión de sol negro, Clitie aspira otra vez el incienso de artemisa, belladona, cáñamo y manzana. Rememora la fiesta que inicia la estación sombría y la línea de la cordura se adelgaza, se vuelve transparente. Clitie se deja llenar los ojos de humo, piensa en la sombra robusta del que espera

Si tú me dijeras mi dulcísima puta, señora de los musgos y la desolación, afincada en lo hondo de mi sangre, te imploro aquí, te requiero sin cesar entregándome la tersa ciruela de tu boca, la miel de salvia y asombro, te persigo con el pájaro de mi voz que está enfermo de tu nombre, adorno tu frente con las perlas de esta fiebre mojada de no verte y por favor, desgárrame el vestido, haz de mí una reina muerta, incorruptible, cuyos caballeros sueñan con poseer cada noche en plena guerra. Si tú dijeras qué noche amarga la de tus cabellos, qué liviana lascivia la de tus tobillos finos, viajero errante, entonces mi cuerpo estallaría de placer como una fruta radiante.
El río de sol pálido empapa el desierto de espejismos. Cuántas voces sin ojos no pueden adormecerla, cómo se retuerce los cabellos. Pero el tiempo no parece oírla.

viernes, 8 de octubre de 2010

La sed al deambular

A qué región me llegaré a buscarte
ahora que reposas a mi lado
en forma de deseo
hombre
cuya belleza apenas
conocía. Cada día me ciñe
su cilicio de ausencia.
Me has herido de vida desde toda
tu muerte

y no hay sueño bastante a tu vacío.

Ada Salas

lunes, 4 de octubre de 2010

Tú, viento de marzo

You, wind of March

Sei la vita e la morte.
Sei venuta di marzo
sulla terra nuda -
il tuo brivido dura.
Sangue di primavera
- anemone o nube -
il tuo passo leggero
ha violato la terra.
Ricomincia il dolore.
Il tuo passo leggero
ha riaperto il dolore.
Era fredda la terra
sotto povero cielo,
era immobile e chiusa
in un torpido sogno,
come chi più non soffre.
Anche il gelo era dolce
dentro il cuore profondo.
Tra la vita e la morte
la speranza taceva.

Ora ha una voce e un sangue
ogni cosa che vive.
Ora la terra e il cielo
sono un brivido forte,
la speranza li torce,
li sconvolge il mattino,
li sommerge il tuo passo,
il tuo fiato d'aurora.
Sangue di primavera,
tutta la terra trema
di un antico tremore.
Hai riaperto il dolore.
Sei la vita e la morte.
Sopra la terra nuda
sei passata leggera
come rondine o nube,
e il torrente del cuore
si è ridestato ed irrompe
e si specchia nel cielo
e rispecchia le cose -
e le cose, nel cielo e nel cuore
soffrono e si contorcono
nell'attesa di te.
E' il mattino, è l'aurora,
sangue di primavera,
tu hai violato la terra.
La speranza si torce,
e ti attende ti chiama.
Sei la vita e la morte.
Il tuo passo è leggero.

(March, 25)


You, wind of march.

Eres la vida y la muerte.
Viniste de marzo
sobre la desnuda tierra-
tu estremecimiento dura.
Sangre de primavera
-anémona o nube-
tu paso ligero
ha violado la tierra.
Recomienza el dolor.

Tu paso ligero
ha vuelto a abrir el dolor.
La tiera estaba fría
bajo un cielo pobre,
inmóvil y sumida
en torpe sueño,
como quien ya no sufre.
También el hielo era dulce
en el corazón profundo.
Entre la vida y la muerte
la esperanza callaba.

Ahora todo lo que vive
tiene voz y sangre.
Ahora tierra y cielo
son un estremecimiento fuerte,
la esperanza los tuerce,
los trastorna la mañana,
los sumerge tu paso,
tu aliento de aurora.
Sangre de primavera,
tiembla toda la tierra
con un emblor antiguo.

Has vuelto a abrir el dolor.
Eres la vida y la muerte.
Sobre la desnuda tierra
has pasado ligera,
cual nube o golondrina,
y el torrente del corazón
se ha reanimado e irrumpe
y se espeja en el cielo
y refleja las cosas-
y las cosas, en el cielo y en el corazón,
sufren y se retuercen
en tu espera.
Es la mañana, es la aurora,
sangre de primavera,
has violado la tierra.

La esperanza se tuerce
y te espera, te llama.
Eres la vida y la muerte.
Es ligero tu paso.


Cesare Pavese, Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.