jueves, 14 de octubre de 2010

Como un cisne real en un estanque de lotos

19.

Aún hoy la recuerdo
con sus andares de cisne real,
sus ojos de gacela
y sus dientes hermosos.
Veo su cuerpo menudo,
atormentado por el fuego de la ausencia,
luciendo alhajas de múltiples colores y diseños:
es ella la única copa que contiene mi gozo.


44.

Aún hoy, siempre,
mi adorada anida en mi mente
como un cisne real.
Es ella como un río de amplio cauce
que vibra con el oleaje de su piel
erizada de placer.
Suya es la luz del estambre
de la flor Kadamba
cuando me anuncia,
al contemplar yo sus heridas,
el cansancio de su cuerpo.


Bilhana, Los cincuenta poemas del amor furtivo

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