Gottfried Helnwein |
hay una habitación cerrada al entrar se nota el exceso de
humedad una ráfaga de frío
dentro una niña albina anda de un lado para otro
sin parar sin parar
de vez en cuando posa sus manos sucias sobre las paredes
blancas
parece no entender lo que sucede a su alrededor
hace muecas raras con la boca como si la tuviera fracturada
el médico comenta no puede ver nada hace años que cree que
camina por la taiga y sólo se alimenta de raíces y azúcar de diminutas
canciones en una lengua extraña se lleva la mano a la boca continuamente para
asegurarse de que los dientes aún siguen ahí
el médico es el diablo, la niña ha muerto hace milenios.
ResponderEliminarInquietante.
ResponderEliminarSiempre te leo.
Un beso.
Anouk, el misterio, la concisión de la belleza que no necesita algo más o algo menos, que ya es todo cuanto cabe serlo.
ResponderEliminarEstremecedor...
ResponderEliminarHay que sacarla de ahí.
Besos.