martes, 15 de febrero de 2011

Ceremonia


Yo ardía en la pira,
oyendo los últimos gritos de las raíces
retorciéndose,
de las diminutas raíces de manzanilla,
ardiendo.

y sólo deseaba tener
tu pálida columna vertebral
suspendida sobre mí,

como un anhelo furioso.


*La imagen procede de la película El espejo, de A. Tarkovski

10 comentarios:

  1. suscribo el comentario de ahí arriba

    "como un anhelo furioso"

    ayyyyy

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  2. Tu columna-v-e-r-t-i-c-a-l falo o farola.

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  3. me gusta este nuevo diseño.
    antes me dolían mis ojillos verdes con lo oscuro de la plantilla.
    ahora disfrutaré mejor de tus poemas :)

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  4. Gracias, Rocío, yo no estaba muy segura... a veces me parecía demasiado oscuro el otro, pero también me gustaba... Al final he optado por éste porque me parecía más diáfano :)

    Un beso!

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  5. Me gusta tu blog, y este poema en concreto, más.

    Un saludo, procedo a seguirte desde ya!

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  6. Guau! Que inquietante....
    Un saludo coleguita

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