(Amor que se desborda en la copa de la ausencia)
La fiera musical me acecha,
de su boca nace la flor caleidoscópica:
todas las palabras
que me oprimen la cabeza,
en cuyo centro sólo vibras
tú
mis dedos apenas rozan
sus pétalos,
pero entre mis piernas
el reguero de savia verde
en vano
…
si mi boca nada dice,
si sólo soy
un pequeño cáliz miedoso e insuficiente
quebrándome
en la noche de los encuentros perdidos.
me decía una amiga un día que...cómo es posible que dotemos a las ausencias de tanta presencia física y yo no sé
ResponderEliminarEs verdad, da hasta dolor de cabeza...
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