Pero intentar hacer el amor contigo dentro de un poema, pero arrancarme palabras tibias en donde estarme yo y mi deseo de ti, pero buscarte entre frases peligrosas, de manera de encontrarte con tus brazos que me esperan y furiosa, obstinada, como alguien que encuentra un sostén en el preciso instante de su caída, precipitarme a ojos abiertos, a tu sonrisa que debiera celebrar más que sustento hecho de tu mirada, mi alimento incierto, mi única invocación. En un principio fue el amor violento.
Diarios, A. Pizarnik
No hay comentarios:
Publicar un comentario