Elene Usdin |
I
Huyen
avestruces —hay
mujeres cuyas palabras son fresnos.
Sombras hilvanan puertos de aire. Entre la estampida reposa la mano
sobre el talud de una rodilla. Habano y humo. Rojizo ciprés el
sueño. El olor sigue más allá del borde. Desde el buró —poder,
sonríe destruida/ tiento ocre, cuerpo estrófico en el
quicio. Vestíbulo.
II
Donde
los náufragos cantan apunta el ojo. Hacia el rabillo austral de la
mirada —dorada agua de la memoria— el tono plomizo del frío. Uno
podría ser entendimiento crepuscular, avanzada furiosa de jauría
humana pero el vórtice detiene la rebelión. Gotea
aún el rompevientos.
Y entre el invierno de milnovecientosetentaydos y el presagio del
dosmildocefindelmundo un día y el otro. Gramática de
Babilonia. Descenso.
III
Caramelos
y una hormiga. Breve ataque de asma. Sedosas las patas recorren un
dedo meñique. Este paisaje no es política: hueco, centro de bala o
poema. Dos muros hacen un baldío entre sí. Menta, el caramelo es
sabor menta.Huella.
IV
A
ambos lados de la vía, —párpados inestables, lozam de 2 mg— la
superficie de las cosas: tubos de acero, mosaicos (opus
tessellatum),
textiles sintéticos de corte abstracto. Dolor en el lenguaje.
Monopolio cromático. Todo cuerpo desnudo mata a la teoría. Rota el
espacio. Cielo.
V
Un
punto un punto en particular un punto un punto esquivando su propio
punto un punto que arroja otro punto el punto que aniquila su sombra
un punto el punto en punto:
linde.
VI
Lluvia
sobre penumbra. Pelaje y lamido. Ensoñación y notas en brote de
murmullo. Herida que sostiene. En el trazo de un sonido veloz —cielo
abierto sobre cuerpo, lengua —partículas de azul Berlín. Desliz
en el cerco de la boca. Plexo.
VII
Al
ojo el vuelo, petrel negro. Caminar sobre precipicio claramente
delimitado. Colinas, nubes, bosque boreal. Mujer desvistiéndose
sobre cama helada. Bajo los pliegues de su ropa una constelación de
aguanieve. Arden las corvas. Barbera o Bonarda, fuerte sabor en
boca. Filo.
VIII
En
el cuerpo sésil de una hoja, apenas adherida, resplandece el estrato
del mundo. Flujo audible. Inflexiones sostenidas por insinuación
—dosel amazónico en medio del cuarto. Las
hormigas deducen siempre el estado de las cosas.Intensidad
de una figura dentro de otra, sonoridad del bulbo de luz, silbido en
tono sordo. La cerveza cae al suelo. Tokonoma.
IX
Baúl
en madera de fresno, motivos vegetales y geométricos en perfecta
simetría. Pies móviles para elevarlo del suelo, cerradura con
llave, asas en los costados que facilitan su transporte. Periodo:
siglo XVIII. Nadie
olvidará el color del brazalete. La
economía a gran escala destruye voluntades. Un hombre anuncia que
desaparecerá. Trino.
X
Ángulos
óseos, formas y cuesta donde radica el ritual. Quién
teme al aire. Fisura
donde hay. Puerta pulida. Naturalezas muertas, humo de tabaco. Cruce.
Un poema es una lima un día bisiesto un 31 de marzo un esquema
mental un pinar. Retenes silenciosos demarcan umbral. Aire, pulmones
saturados. Oxígeno para abastecer el cerco. Cercanía de pieles ante
el viento. Jaula.
XI
Un
punto, paraguas negro, bolígrafo de tinta azul, orden para no pensar
en la muerte, una mancha seca de sangre, garabateo cadmio en algodón,
arca con motivos repetidos sistemáticamente —clavel del monte o
calta palustre. Toda la potencialidad del mirar: herida supurante
espalda nupcial de un hombre labio bajo de grosor excitante cuerda
que flota del fresno en vaivén madreperla ópalo de fuego luz diurna
sobre escena movimiento y rastros. Cauterización.
XII
Júbilo
y adoración en paréntesis. Sobre el cabello largo de esa mujer,
vista en Baden Baden, sobresale una galaxia. No anillos de satélite.
No corona de santidad. Réplica.
Varios tañidos de campanas (no provincia eclesiástica) susurran una
verdad a medias. Blancos y agrietados. Los labios. Se necesita una
nueva contraseña para regresar a tiempo al mundo. Mientras la
palabra aparece, ella dibuja sobre el agua una espiral. Resplandor.
XIII
Circulan
autos en pulgada y media. Espacio hendido. Ladra un perro al
fondo. Oropel.
Pastelillo de arándanos y chispas de chocolate. Píldora sintética
de felicidad. No
era sólo balanceo de cumbia salsa samba.
Gozne entre realidades, “mira tu cuerpo iridiscente,
azulmoradoverde iridiscente”. Lenguaje.
Territorio para la aparición de parques paisajísticos zonas urbas
rehabilitadas laderas de casas con techo metálico piedras nucleicas
espacios sacrificiales. Cajas y capas, espacio vital de pulgada y
media. Nación.
Rocío Cerón, Diorama, Universidad Autónoma de Nuevo León/Tabasco 189, México, 2012
Qué políptico más bonito. Los tres primeros son una auténtica pasada.
ResponderEliminarAbrazos
me alegra que te guste! :)
EliminarTodo, pero en especial el XII.
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