lunes, 30 de abril de 2012

Insectos en un bloque de ámbar





¿Dónde estoy? –preguntó Billy Pilgrim.
_Atrapado en otro bloque de ámbar, señor Pilgrim. Estamos precisamente donde debemos estar en este instante, a quinientos millones de kilómetros de la Tierra. Y nos dirijimos, por un hilo del tiempo, a Tralfamadore. Este viaje quizá nos lleve horas, o tal vez siglos.
_¿Cómo… he llegado hasta aquí?
_Eso, para usted, requeriría otra explicación terrenal. Los terrestres son grandes narradores; siempre están explicando por qué determinado acontecimiento ha sido estructurado de tal forma, o cómo puede alcanzarse o evitarse. Yo soy tralfamadoriano, y veo el tiempo en su totalidad de la misma forma que usted puede ver un paisaje de las Montañas Rocosas. Todo el tiempo es todo el tiempo. Nada cambia ni necesita advertencia o explicación. Simplemente es. Tome los momentos como lo que son, momentos, y pronto se dará cuenta de que todos somos, como he dicho anteriormente, insectos prisioneros en ámbar.
_Eso me suena como si ustedes no creyeran en el libre albedrío—dijo Billy Pilgrim.

_Si no hubiera pasado tanto tiempo estudiando a los terrestres—explicó el tralfamadoriano--, no tendría ni idea de lo que significa “libre albedrío”. He visitado treinta y un planetas habitados del universo, y he estudiado informes de otros cien. Sólo en la Tierra se habla de “libre albedrío”.


Matadero Cinco, Kurt Vonnegut


viernes, 20 de abril de 2012

Blanco


Laura Henno



elle pensa que c’était comme s’ils avaient dansé ensemble dans la solitude blanche… Elle se sentait pénétrée de blancheur au point de faire corps avec la nature entière, avec la plaine infiniment immaculée… Tellement éparpillée dans tout cela qu’elle n’était plus du tout certaine d’exister distinctement.

                                                 Bernard Noël



ella pensó que era como si hubieran bailado juntos en la soledad blanca… Ella se sentía penetrada de blancura hasta el punto de hacer cuerpo con la naturaleza toda, con la llanura infinitamente inmaculada… Tan esparcida en todo eso que no estaba segura en absoluto de existir distintamente.

                 (traducción de Clara Janés)


miércoles, 4 de abril de 2012

Ya no recuerdo


Edvard Munch






donde pájaros cantan 

si hay sollozos en el mar 
lleno de ángeles de la profundidad 
que tiemblan el pavor sagrado 
de ser tirado al aire 

Nunca sé 
si los deseos pavorosamente devorantes 
esos peces-espada 
calando 
las pieles suaves de los milagros del alma 
se acaban en la almendra llameante de la tierra 
y si el universo afligido 
en una vuelta de la noche 
no apagó de un soplo mi negra luz 
porque durmiendo perdí de nuevo 
una palabra de amor 



Nelly Sachs

Versión de Klaus Dieter Vervuert y Rodolfo Alonso