jueves, 26 de julio de 2012

punza, negra espina


Georg Trakl



Offenbarung und Untergang

Schweigend saß ich in verlassener Schenke unter verrauchtem Holzgebälk und einsam beim Wein; ein strahlender Leichnam über ein Dunkles geneigt und es lag ein totes Lamm zu meinen Füßen. Aus verwesender Blaue trat die bleiche Gestalt der Schwester und also sprach ihr blutender Mund: Stich schwarzer Dorn. Ach noch tönen von wilden Gewittern die silbernen Arme mir. Fließe Blut von den mondenen Füßen, blühend auf nächtigen Pfaden, darüber schreiend die Ratte huscht. Aufflackert ihr Sterne in meinen gewölbten Brauen; und es läutet leise das Herz in der Nacht. Einbrach ein roter Schatten mit flammendem Schwert in das Haus, floh mit schneeiger Stirne. O bitterer Tod.

Und es sprach eine dunkle Stimme aus mir: Meinem Rappen brach ich im nächtigen Wald das Genick, da aus seinen purpurnen Augen der Wahnsinn sprang; die Schatten der Ulmen fielen auf mich, das blaue Lachen des Quells und die schwarze Kühle der Nacht, da ich ein wilder Jäger aufjagte ein schneeiges Wild; in steinerner Hölle mein Antlitz erstarb.

Und schimmernd fiel ein Tropfen Blutes in des Einsamen Wein; und da ich davon trank, schmeckte er bitterer als Mohn; und eine schwärzliche Wolke umhüllte mein Haupt, die kristallenen Tränen verdammter Engel; und leise rann aus silberner Wunde der Schwester das Blut und fiel ein feuriger Regen auf mich.

G. Trakl


Revelación y ocaso (fragmento)

Estaba sentado, mudo, en una taberna abandonada bajo vigas ennegrecidas y solo ante mi vaso de vino; un cadáver radiante inclinado sobre algo oscuro y a mis pies un cordero muerto. Desde el pútrido azul surgió la pálida figura de mi hermana y así habló su boca sangrante: punza, negra espina. Ah, todavía resuenan las salvajes tormentas en mis brazos de plata. Corre, sangre, desde los pies lunares y florece sobre los nocturnos senderos por los que, gritando, se escabulle la rata. Encendeos, estrellas, sobre el arco de mis cejas; y el corazón repica suavemente en la noche. Con una espada flameante una roja sombra irrumpió en la casa, voló con frente nívea. Oh muerte amarga.

Y una oscura voz surgió de mí: en el bosque nocturno le rompí la nuca a mi caballo negro, cuando en sus purpúreos ojos asomó la locura; las sombras de los olmos cayeron sobre mí, la risa azul de la fuente y la frescura negra de la noche, cuando, cazador despiadado, maté un venado blanco como la nieve; mi rostro se apagó en un infierno de piedra.

Y una gota de sangre cayó brillando en el vino del solitario; y cuando lo bebí, sabía más amargo que la adormidera; y una nube negruzca envolvió mi cabeza, lágrimas cristalinas de ángeles condenados; y de la plateada herida de mi hermana suave corrió la sangre y una lluvia de fuego cayó sobre mí.

[Traducción de Jenaro Talens]


4 comentarios:

  1. Te he dicho que me enamoran tus etiquetas, verdad?

    Un texto abrumador y bellísimo.

    Bisous.

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  2. Es increíble Trakl, en los poemas en prosa tiene muchísima fuerza :)

    Abrazos :)

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  3. Me encanta los gustos tan intensos que tienes.

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