Friedensreich Hundertwasser, Der grosse weg. |
Elegía tercera (fragmento)
Él, el nuevo y medroso, cuán enredado estaba
en las cada vez más arraigadas lianas de su acontecer
interior,
entrelazadas según los arquetipos, una vegetación
exuberante,
acosadora como el mundo animal. ¡Cómo se abandonaba!
Amaba. Amaba su intimidad, su maraña interior,
esa selva ancestral que había en él, sobre cuyo mudo
derrumbamiento
se alzaba, de un verde luminoso, su propio corazón. Amaba.
R. M. Rilke
(traducción de Jenaro Talens)
Tantas lianas que acabamos estrangulados por nosotros mismos.
ResponderEliminarSaludos.
Completamente ahogados atrapados en nuestra propia ciénaga, así es...
ResponderEliminarUn beso, Toro! :)
exótico y bonito cuadro.
ResponderEliminarMe alegro de que al menos te haya gustado el cuadro, Hundertwasser le gana la partida a Rilke, parece.
ResponderEliminarUn saludo!
"El cielo está dentro"
ResponderEliminarcorazón colateral
abrazo!
G