domingo, 29 de mayo de 2011

My jewel, my agony (Love letter)

[California, ¿1980?]
I love only you, I’m happy only in dreams of you, you are my joy and my world, this is as certain and real as being aware
of one’s being alive, but . . . oh, I don’t accuse you!—but, Van, you are responsible (or Fate through you is responsible, ce qui revient au même) for having let loose something mad in me when we were only children, a physical hankering, an insatiable itch. The fire you rubbed left its brand on the most vulnerable, most vicious and tender point of my body. Now I have to pay for your rasping the red rash too strongly, too soon, as charred wood has to pay for burning. When I remain without your caresses, I lose all control of my nerves, nothing exists any more than the ecstasy of friction, the abiding effect of your sting, of your delicious poison. I do not accuse you, but this is why I crave and cannot resist the impact of alien flesh; this is why our joint past radiates ripples of boundless betrayals. All this you are free to diagnose as a case of advanced erotomania, but there is more to it, because there exists a simple cure for all my maux and throes and that is an extract of scarlet aril, the flesh of yew, just only yew. Je réalise, as your sweet
Cinderella de Torf (now Madame Trofim Fartukov) used to say, that I’m being coy and obscene. But it all leads up to an
important, important suggestion! Van, je suis sur la verge (Blanche again) of a revolting amorous adventure. I could be
instantly saved by you. Take the fastest flying machine you can rent straight to El Paso, your Ada will be waiting for you
there, waving like mad, and we’ll continue, by the New World Express, in a suite I’ll obtain, to the burning tip of Patagonia, Captain Grant’s Horn, a Villa in Verna, my jewel, my agony. Send me an aerogram with one Russian word—the end of my name and wit.

V. Nabokov, Ada or ardor


TRADUCTIO:

[¿California?, 1890]
Sólo te amo a ti, sólo soy dichosa pensando en ti. Eso es tan cierto, tan real, como mi conciencia de existir. Eres mi alegría y mi mundo. Sin embargo... ¡oh, no te acuso...! sin embargo, Van, tú eres responsable (o, lo que es lo mismo, el Destino es responsable a través de ti) de haber hecho brotar en mí, cuando no era más que una niña, una fuente de frenesí, un furor de la carne, una irritación insaciable... El fuego que tú encendiste ha dejado su huella en el punto más vulnerable, perverso y sensible de mi cuerpo. Ahora tengo que pagar el exceso de vigor prematuro con que irritaste la herida roja, como la madera chamuscada tiene que pagar su paso por el fuego. Al encontrarme privada de tus caricias pierdo todo dominio sobre mis nervios, no existe otra cosa que el éxtasis del frotamiento, el efecto persistente de tu aguijón, de su delicioso veneno. No te acuso: te digo la razón de que el deseo me consuma y de que no pueda resistir al impacto de otra carne, la razón de que nuestro pasado común engendre olas de traiciones sin término. Eres libre de descubrir en todo esto los síntomas específicos de una erotomanía avanzada; pero hay algo más que eso, porque existe un remedio bien sencillo para mis males, para mis congojas, un extracto de arilo escarlata, la carne del tejo, tú, sólo tú. Yo constato, como decía tu querida Cenicienta de Turba (ahora señora de Trofim Fartukov), que estoy siendo al mismo tiempo tímida y obscena. Pero todo esto lleva a una importante, muy importante comunicación: Van, je suis sur la verge (otra vez Blanche) de una abominable aventura amorosa. Podría salvarme de manera instantánea. Toma la más rápida máquina voladora que puedas alquilar y ven derecho a El Paso. Tu Ada estará esperándote, agitando la mano como una loca. Y seguiremos viaje juntos en el New World Express —en un apartamento que yo habré conseguido —hasta el último confín ardiente de Patagonia, el Promontorio del Capitán Grant, una casa de campo en Verna, mi joya, mi agonía... Envíame un aerograma, con una sola palabra, en ruso, el final de mi nombre: ¡da!

6 comentarios:

  1. Bellezón de texto. ME gustaría saber más.

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  2. El libro no tiene desperdicio, a este nivel todo el rato. Una auténtica belleza, un crítico (creo que Benítez Reyes) lo definió como un cuento de hadas exquisitamente perverso.

    Un saludo! :)

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  3. El libro es excepcional. Casi casi me llega a gustar tanto como "Lolita", aunque Lolita siempre será mi perversión particular.

    Oye, que los fondos florales los consigo de la manera más tonta posible, esto es, poniendo en google "fondo vintage" jajaja

    ;)

    Sentimentiras.

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  4. Gracias por lo de los fondos! a ver si lo miro ;)

    Pues, a mí me encanta Lolita, claro, pero he de decir que Ada o el ardor me gustó aún más...

    Un beso fuerte :)

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  5. Qué bueno! También forma parte de mi top 5, por lo menos ;)

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