domingo, 15 de agosto de 2010

La ahogada

Buscar: No es un verbo sino un vértigo. No indica acción.
No quiere decir ir al encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene.

A.PIZARNIK

En qué se han convertido las horas buscándote, a ti, al extraviado.
Buscar es ahogarse en el miedo de que alguien no venga, enmudecer ante el acantilado inacabable de la ausencia. Buscarte significa me arde la columna vertebral, unos peces ciegos me muerden los pies y las piernas, la soledad de ti sopla en mis dedos y su aliento quema. No puedo respirar bajo esta corriente que circula como un árbol de arterias en medio de la noche, -los minutos sin ti-, lo que me convierte en tu ahogada, y esto es lo que soy de la forma más plena. Tu ahogada que espera bajo el cristal deshecho la fuerza de tus manos, el sonido de un nombre, una actuación ineludible y violenta.
De vez en cuando hormiguean las burbujas bajo mi ropa. De vez en cuanto encuentro en mi lengua un sabor salado.
Yo llevaba un hermoso vestido claro, muy ligero, pero paciente, abandonado y gentil. Tú rodeabas el estío y mis mejillas con tus manos. Cuando abrí los párpados, sólo quedaba un yermo devastado, y un estanque. Muy quieta espero con los ojos cerrados bajo esta música de las aguas, salir, y entonces, las flores amarillas, los nenúfares, de nuevo las palabras en mi garganta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario