El árbol rojo, Rocío Pinín |
“No leer, no sufrir, no escribir,
no pagar cuentas”
GIL DE BIEDMA
Quietud de luz igual
cada día cada labio cada paso
me olvido del lenguaje
estanque donde peces muertos
levitan
unto de nieve los espacios
vacíos
que se me duerma la lengua
entre cristales
que mis abrasadas pupilas
devoren
todo
no decir ocultar
eso que supe:
que andabas por las calles
como un
antílope empapado
como una epifanía
intraducible
buscando
pero en alguna esquina
alguien cose tu voz a mi
garganta
raspan fuerte tus palabras
inaudibles
ocultadlas
que no salgan
escribir es
este inútil forcejeo conmigo
basta
es no decir esconder las
palabras
bajo otras cosas contenerlas
desviarlas
no dejarlas nunca tocar el
centro
donde yo tan despojada
***
la habitación apenas tenue
entre los grises
interrogantes
duermo sola atravesada
en un nudo de vientos y
tus ojos lejos vedados
agrietan siempre el hielo
duro
del tibio animal que duerme
entre rasguños
incuba en mi cuerpo tu
silencio
justo entonces
-el vientre rebosando flores
de miseria-
brota
en el centro de mi ombligo
el tallo de un árbol rojo