domingo, 25 de septiembre de 2011

La canción de Surabaya-Johnny




Das lied vom Surabaya-Johnny

1

Ich war jung, Gott, erst sechzehn Jahre
Du kamest von Birma herauf
Und sagtest, ich solle mit dir gehen
Du kämest für alles auf
Ich fragte nach deiner Stellung
Du sagtest, so wahr ich hier steh
Du hättest zu tun mit der Eisenbahn
Und nichts zu tun mit der See
Du sagtest viel, Johnny
Kein Wort war wahr, Johnny
Du hast mich betrogen, Johnny, in der ersten Stund
Ich hasse dich so, Johnny
Wie du da stehst und grinst, Johnny
Surabaya-Johnny, warum bist du so roh?
Surabaya-Johnny, mein Gott, ich liebe dich so.
Surabaya-Johnny, warum bin ich nicht froh?
Du hast kein Herz, Johnny, und ich liebe dich so.

2

Zuerst war es immer Sonntag
So lang, bis ich mitging, mit dir
Aber schon nach zwei Wochen
War dir nichts mehr recht an mir
Hinauf und hinab auf den Pandschab
Den Fluß entlang bis zur See.
Ich sehe schon aus im Spiegel
Wie eine Vierzigjährige
Du wolltest nicht Liebe, Johnny
Du wolltest Geld, Johnny
Ich aber sah, Johnny, nur auf deinen Mund
Du verlangtest alles, Johnny
Ich gab dir mehr, Johnny
Surabaya-Johnny, warum bist du so roh?
Surabaya-Johnny, mein Gott, ich liebe dich so.
Surabaya-Johnny, warum bin ich nicht froh?
Du hast kein Herz, Johnny, und ich liebe dich so.

3

Ich habe es nicht beachtet
Warum du den Namen hast
Aber auf der ganzen langen Küste
Warst du ein bekannter Gast
Eines morgens in einem Sixpencebett
Werd ich donnern hören die See
Und du gehst, ohne etwas zu sagen
Und dein Schiff liegt unten am Kai
Du hast kein Herz, Johnny
Du bist ein Schuft, Johnny
Du gehst jetzt weg, Johnny, sag mir den Grund
Ich liebe dich doch, Johnny
Wie am ersten Tag, Johnny
Nimm die Pfeife aus dem Maul, du Hund.
Surabaya-Johnny, warum bist du so roh?
Surabaya-Johnny, mein Gott, ich liebe dich so.
Surabaya-Johnny, warum bin ich nicht froh?
Du hast kein Herz, Johnny, und ich liebe dich so.

Bertolt Brecht

***

I

Yo era joven, Dios, tenía sólo dieciséis años,
tú venías de Birmania
y dijiste que debía irme contigo
y que tú correrías con todo.
Pregunté por tu posición,
tú dijiste, tan cierto como que estoy aquí,
que tenías que ver con el ferrocarril
y nada con el mar.
Decías muchas cosas, Johnny,
ni una palabra cierta, Johnny,
me has engañado, Johnny, desde el primer momento,
te odio tanto, Johnny,
cómo te plantas y sonríes, Johnny,
quítate la pipa de los morros, cerdo.
                Surabaya-Johnny, ¿por qué eres tan bruto?
                Surabaya-Johnny, Dios mío, te amo tanto.
                Surabaya-Johnny, ¿por qué no soy feliz?
                No tienes corazón, Johnny, y te amo tanto.

2

Al principio siempre era domingo,
duró hasta que me fui contigo,
pero después de dos semanas
no había nada en mí que te gustara.
Arriba y abajo por el Punjab,
a lo largo del río hasta el mar;
en el espejo tengo ya el aspecto
de una cuarentona.
Tú no querías amor, Johnny,
tú querías dinero, Johnny,
pero yo, Johnny, sólo miraba tu boca.
Exigías todo, Johnny,
yo te di aún más, Johnny,
quítate la pipa de los morros, cerdo.
Surabaya-Johnny, ¿por qué eres tan bruto?
                Surabaya-Johnny, Dios mío, te amo tanto.
                Surabaya-Johnny, ¿por qué no soy feliz?
                No tienes corazón, Johnny, y te amo tanto.


3

No había reparado en por qué
tenías ese nombre,
pero a lo largo de toda la costa
eras un huésped conocido.
Una mañana en una cama de seis peniques
oiré rugir el mar
y te irás sin decir nada
y tu barco estará amarrado abajo en el muelle.
No tienes corazón, Johnny,
eres un granuja, Johnny,
ahora te largas, Johnny, dime la razón.
Pero si yo te amo, Johnny,
como el primer día, Johnny,
quítate la pipa de los morros, cerdo.
Surabaya-Johnny, ¿por qué eres tan bruto?
                Surabaya-Johnny, Dios mío, te amo tanto.
                Surabaya-Johnny, ¿por qué no soy feliz?
                No tienes corazón, Johnny, y te amo tanto.

(Traducción de Vicente Forés, Jesús Munárriz y Jenaro Talens)

sábado, 17 de septiembre de 2011

sábado, 10 de septiembre de 2011

Leda


Leda, Michael Parkes



Burbujeo muy dulce
                                               somníferos y plumas
di ahora lo que quieras
nadie mira
la noche fue una lenta extracción
un tibio sueño de calcio
abriéndote los huesos

¿puedes escuchar el rumor
de alas en la almohada
                                               húmeda?

***

este cuerpo inane
este lago de cal huérfana

***

Estoy sola
el amanecer
una pastilla blanca
anoche soñé con un tigre albino
crepitaban ortigas en sus ojos
no
estoy sola la lengua me sabe a
nieve y a lejía
pero mis labios aún rígidos de hastío
abro los ojos
anoche

Ahora sobre los muebles polvorientos
sólo yacen frutas silenciosas
se pudren tiernamente
sin una gota de sangre sólo el velo de la luz
y sus encajes rotos

Amanece la hora almidonada y
                                                               mis dientes
fríos duros antiguos
he vivido siempre en un jardín de anémonas
cada una de mis noches poblándose
                                                               de globos blancos.

 ***

Pero ayer
al romperse el aire rojo de la tarde
vi pasar un cisne
su esbelto cuello anunciaba
el aliento de la aurora

De repente entre mis piernas
despertó
una planta de azúcar


pálidas resinas envenenan mis horas.


martes, 6 de septiembre de 2011

Iluminación

Lovers man and woman I, Egon Schiele




Cómo podría aquí cuando la tarde baja
con fina piel de leopardo hacia
tu demorado cuerpo
no ver tu transparencia.
Enciende sobre el aire
mortal que nos rodea
tu luminosa sombra.
En lo recóndito
te das sin terminar de darte y quedo
encendido de ti como respuesta
engendrada de ti desde mi centro.
Quién eres tú, quién soy,
dónde terminan, dime, las fronteras
y en qué extremo
de tu respiración o tu materia
no me respiro dentro de tu aliento.
Que tus manos me hagan para siempre,
que las mías te hagan para siempre
y pueda el tenue
soplo de un dios hacer volar
al pajarillo de arcilla para siempre.



J. A. Valente