viernes, 13 de diciembre de 2013

child


Gottfried Helnwein




Things were not as black as somebody painted them. There was a pretty child dressed in black and playing with two black apples. It was either a girl dressed as a boy, or a boy dressed as a girl. Whatever, it had white teeth. The landscape outside its window had been blackened with a heavy and coarse paint brush. It was all very teleological, except when the child stuck out its red tongue.



Charles Simic, The World Doesn’t End.



Las cosas no eran tan negras como alguien las pintara. Había un hermoso niño vestido de negro que jugaba con dos manzanas negras. Era una niña vestida de niño o un niño vestido de niña. Sea como fuere, tenía dientecillos blancos. El paisaje al otro lado de la ventana había sido ennegrecido con un brochazo espeso y tosco de pintura. Era todo muy teleológico, salvo cuando el niño sacaba su lengua roja.


(Traducción de Jordi Doce, ed. Vaso Roto)

lunes, 9 de diciembre de 2013

passage des panoramas


Aneta Bartos



oscuridad. muñecas. cuerpos troceados


rue de la transfusion-de-sang


una vitrina: dedos, manos, pies, una lengua casi roja, ovarios, tendones, un fémur excepcionalmente hermoso, globos oculares, pelucas, una cajita de madera oscura que contiene los dientes de una joven de 14 años

alguien respira agotado por
                                                               la exigencia amorosa de la carne


rue faible


el sufrimiento la sangre la energía ---- vaciarse de todo eso

deben perder lastre hasta situarse en la órbita de la debilidad extrema
notarán que el pulso empieza a diluirse donde
hay una verdadera vulnerabilidad es a partir de ese estado
todo el cuerpo entonces es tenue reposa a la sombra de los pulmones
ese bosque que se expande y se retrae imperceptiblemente
sean conscientes de esto, o no
sólo importa alcanzar el estado de descanso
esa llanura energética en la que es tan grato demorarse aunque
siempre, de imprevisto
la jaula de luciérnagas entre las piernas
se abre


rue d’une perle