Dino Valls |
aparece una imagen
que recuerda a un icono bizantino, los colores están
desteñidos y raspados
la erosión ha borrado a medias los ojos que
miraban fijo ha partido los labios la delgada boca cerrada ha
desencajado las facciones
se ve que es el rostro de una mujer todavía se aprecia
el ribete rojo destacando al borde del velo
azul cobalto enmarcando la cara y la garganta oscurecida
esa piel tan tenue
no está el cuerpo
su cuerpo se desvaneció sobre una duna de polvo
abrasado siempre envuelto en telas de colores tersos vivos
el cuerpo
desapareció se descompuso casi al instante
como un fruto quemado por el
sol
el rostro no
la palidez de la piedra se desmorona despacio aguanta las
grietas
componen el intrincado mapa del tiempo resaltan algunas
conexiones
no evidentes pero hermosas agotadas
un soplo se desliza suavemente por todas las vidas de la
vejez