viernes, 29 de junio de 2012

lirio de sangre


Blood Lily


journal 21/06/12


Hoy comienza el verano, un lirio de sangre se enraíza con increíble delicadeza en mis arterias,  me golpea con su débil llanto dentro del pecho.

El calor inyecta su aguja reluciente en la piel y extrae los colores de los cuerpos, los deja pálidos, aletargados, pero luego derrama esmaltes histéricos por los rincones. Colores a un volumen ensordecedor, con una longitud de onda tan alta que ni siquiera podemos percibirla. Pero bailamos ciegos delirantes dentro de sus vibraciones. Así en el verano, todo mi cuerpo se acaba transparentando salvo ese núcleo de sangre estrellada, una constelación de filamentos agotados.

Me cambiaron el corazón por un lirio de sangre, una pequeña esfera hecha de nervios erizados y tubitos escarlata como espinas alargándose cada vez más. Sólo florece una vez al año, pero entonces escuece como una mordedura infectada. Tanto esfuerzo para levantar la voz desde la silenciosa caja que guardo dentro. En vez de agua triste y salada, los hilos se han vuelto duros, se petrifican dentro de mí formando una minuciosa maraña de temblores.

Soñé tantas noches con un lirio de agua, con su corola blanca y húmeda de absorber la transparencia, deseé su levedad con tanta fuerza que sólo me fue dada esta palpitación rígida, un laberinto de savia roja extenuada en el valle del calor.

jueves, 28 de junio de 2012

pájaro seco crucificado en cal y clavos


Annette Pehrsson






GUARDO TUS RAMAS EN MI CASA


y tan del monte o hijas del árbol entenaditas de la 
noche hijas del diablo hijas de santo día me dan su
mancha de oro en madrugadas pencos largos yo me las 
traje de tu ausencia son un adiós ensortijado yo me
las tengo creo y creo supersticioso las ensalzo sus
pequeñeces son un mundo terrible y fino desangrado y se 
están quietas como piedra briznal piedra de pájaro
quiero decir pájaro seco crucificado en cal y clavos
rama del pájaro bebido corazón del dulcevaciado están
están pena de leña tan piedrosita en mi


costado!




Juan Carlos Bustriazo Ortiz, Elegías de la piedra que canta.


jueves, 21 de junio de 2012

gota a gota


Emily Halpern



Un día, mientras la esperaba allí, de pronto tuve mucho miedo. La puerta estaba abierta a la luz del sol y alguien silbaba en los establos, pero tuve miedo. Estaba segura de que en la habitación (¿detrás del colgador?) se escondía la mano seca de un hombre muerto, con plumas blancas de gallina y un gallo con el cuello cortado que agonizaba muy despacio, muy despacio. La sangre caía gota a gota en un barreño rojo y me pareció oírla gotear. Nadie me había hablado del obeah…, pero yo sabía lo que vería si me atrevía a mirar.

Jean Rhys, El ancho mar de los sargazos

sábado, 9 de junio de 2012

13h

Lina Scheynius



llena de nieve la mano, fui hacia ti
PAUL CELAN


el cansancio con su dedo ardiente levanta
una vez más la raída manta de la noche ofrece al buitre solar
mis despojos
acaso tengo que vivir tan ciega
con esta lámina de agua hirviendo
tras la frente y tras los párpados
el polvo de caliza me abrasa la nariz
convierte el aire en líquidos espesos
no puedo respirar los días no puedo tragar su zumo
ácido

hoy he abierto los ojos y no había horas y el cielo
era tan blanco
restos de cenizas aún flotaban en el aire

al amanecer alguien derramó sobre mi frente lejía
y me quemó la raíz del pensamiento
se borró el tapiz con las sombras las intrincadas posturas
de la noche
las súplicas la sangre solidificada
en líquenes hermosos
dónde estuve anoche dios mío
alcanzo a recordar el hueco de un árbol negro y seco
la huida
entre toda esa gente sus rostros hinchados
me duelen sus cuerpos deshechos los oigo
dormir resoplando como fuelles
hacinados en la madrugada estrecha
en sus oscuras cajas sudando unos contra otros
me tensan sus muecas inconscientes sus gestos contraídos

sólo cuando llegó el desconocido de la mirada clara
pude respirar
él me filtraba el aire en la boca me insuflaba
la flor del oxígeno el silencio su fría
luz azul


martes, 5 de junio de 2012

pour lutter contre la peur


L'Amant. Jean Jacques Annaud



C’est un homme qui a des habitudes, je pense à lui tout à coup, il doit venir relativement souvent dans cette chambre, c’est un homme qui doit faire beaucoup l’amour, c’est un homme qui a peur, il doit faire beaucoup l’amour pour lutter contre la peur. Je lui dis que j’aime l’idée qu’il ait beaucoup de femmes, celle d’être parmi ces femmes, confondue. On se regarde. Il comprend ce que je viens de dire. Le regard alteré tout à coup, faux, pris dans le mal, la mort.

Je luis dis de venir, qu’il doit recommencer à me prendre. Il vient. Il sent bon la cigarette anglaise, le parfum cher, il sent le miel, à force sa peau a pris l’odeur de la soie, celle fruitée du tussor de sois, celle de l’or, il est désirable. Je luis dis ce désir de lui. Il me dit d’attendre encore. Il me parle, il dit qu’il a su tout de suite, dès la traversée du fleuve, que je serais ainsi après mon premier amant, que j’aimerais l’amour, il dit qu’il sait déjà que lui je le tromperai et aussi que je tromperai tous les hommes avec qui je serai. Il dit que quant à lui il a été l’instrument de son propre malheur. Je suis heureuse de tout ce qu’il m’annonce et je le lui dis. Il devient brutal, son sentiment est désespéré, il se jette sur moi, il mange les seins d’enfant, il crie, il insulte. Je ferme les yeux pour le plaisir très fort. Je pense : il a l’habitude, c’est ce qu’il fait dans la vie, l’amour, seulement ça. Les mains sont expertes, merveilleuses, parfaites. J’ai beaucoup de chance, c’est clair, c’est comme un métier qu’il aurait, sans le savoir il aurait le savoir exact de ce qu’il faut faire, de ce qu’il faut dire. Il me traite de putain, de dégueulasse, il me dit que je suis son seul amour, et c’est á qu’il doit dire et c’est ça qu’on dit quand on laisse le dire se faire, quand on laisse le corps faire et chercher et trouver et prendre ce qu’il veut, et là tout est bon, il n’y a pas de déchet, les déchets sont recouverts, tout va dans le torrent, dans la force du désir.


L’amant, Marguerite Duras