miércoles, 30 de mayo de 2012

hasta doscientos hijos

Ata Kando






Vendrá sin las estrellas lácteas
y sin tiranosaurios de luz,
maroma umbilical para niños marítimos
que se ahorcaron con algas y cabellos oceánicos
huyendo en hipocampos de sueño de aquel parto, en la
columna vertical mayor,
entre jarcias y vértebras.

Pues somos una saga.
Oleaje escarlata en delito, y cimas de cianuro,
y golpes de cerezo.
Pues somos, en mi cuerpo, una saga con luna abdicante,
que recuerda colegios, mapas del mundo en otoño,
complicadísimas hidrólisis,
pero nunca marfil y mediodía.

Colegio: niña que bebía los pomelos
directamente en labios de la noche,
que juraba acostarse con el miedo en la cama de nadie,
que juraba que el miedo
la había violado hasta doscientos hijos.

Amor, la niña rusa
que comulgaba reno asado
y bebía liquen.
Amor, la niña rusa que leía a Tom Wolfe.




Blanca Andreu, De una niña de provincias que se vino a vivir en un Chagall.

domingo, 27 de mayo de 2012

algo quiere ser dicho pero las palabras se niegan


Margaret M. de Lange






Från Mars -79

Trött på alla som kommer med ord, ord men inget språk
for jag till den snötäckta ön.
Det vilda har inga ord.
De oskrivna sidorna breder ut sig åt alla håll!
Jag stöter på spåren av rådjursklövar i snön.
Språk men inga ord.
 

De marzo del 79 

Cansado de todos los que llegan con palabras, palabras, pero no lenguaje,
parto hacia la isla cubierta de nieve.
Lo salvaje no tiene palabras.
¡Las páginas no escritas se ensanchan en todas direcciones!
Me encuentro con huellas de pezuñas de corzo en la nieve.
Lenguaje, pero no palabras. 


La plaza salvaje, Tomas Tranströmer


martes, 22 de mayo de 2012

ciudad de la costa


Neil Krug




me trajo un autobús sucio y lento a la ciudad de la costa
brillaba
pálidamente engastada en un aire azul medio brumoso
la envolvía la oscura respiración del animal marino

durante días perdí el nombre

una habitación en la penumbra
apenas ventilada olía a furor extenuado me entristecía tanto
el sol repleto de súplicas
vertiendo cuchillas en el desierto de la arena
esa costa vacía que recorren incansables los pájaros blancos
de la muerte

sola como un faro en el centro de la habitación
una calentura de niebla me reseca la garganta
y tiemblo
de las paredes se desprende la humedad en pétalos enormes
se amontonan en charcos de agua fría sobre el suelo que cruje
al medio día me despierta el febril goteo del óxido
me encojo tengo sed casi no recuerdo nada pero siento el corazón
rebosante de cal

el mar lame la piel cobriza de las mujeres y los hombres
les marca las ingles las manos las rodillas con su lengua azul salada

he seguido el rastro noches enteras el penetrante
olor a orina en las esquinas y la luminosa cinta de la música
entre los cuerpos
todos tienen el mismo rostro
y los ojos borrados chillan eufóricos bailan
los inmortales aún tan jóvenes tan demacrados y radiantes
creo que voy a reventar de amor sólo alcanzo a ver
sus bocas dulces abrasadas por el fuego transparente
del alcohol



martes, 15 de mayo de 2012

Salmo


Picasso





Espasmos, te quiero, salmos,

las paredes sensitivas, tan hondas dentro del barranco del Tú,
se regocijan, Pintada de semen,

Eternal, deseternizada eres tú,
eternizada, No-eternal, tú

¡hei!

en ti, en ti,
canto la grabadura de la vara de hueso,

un rojo rojo, surgido bien detrás del vello del pubis,
al tocar el arpa en las cavernas,

afuera, en derredor
el infinito canon de ninguna-suerte-de-canon,

tú me arrojas la de nueve
vueltas, la goteante
corona de colmillos.


Paul Celan

jueves, 10 de mayo de 2012

dentro


Play with me, Eliot Lee Hazel



I.

me quedo sola todas las noches
cada vez que se va el sol
                                               ALGUIEN
viene me guarda dentro de una habitación sombría
dentro de un sótano o de un horno dentro de una cabina telefónica
donde estoy marcando números al azar
dentro de una hora dentro de una caja de un armario
de una jaulita oxidada dentro


II.

ahora estoy dentro de una cabaña al oeste
con la cara vendada y tendida encima de una mesa
puedo oír en la punta de la lengua la nieve que cae fuera
la humedad me quema la nariz
y espero

intento a todas horas salir saber qué pasó allí no pude
ver nada pero me lamía  a veces la luz
de una bombilla parpadeando sobre
                                                                                  mí
a veces ALGUIEN murmuraba palabras
anestesia amor hasta la náusea sudor de pájaro
patitas rotas asco y
radiaciones estaba flotando en la piscina
(espero)
por dentro escucho cómo lentamente crecen las plantas carnívoras
en mis entrañas
y los musgos poblándome milenios enteros
he perdido los ojos
imagino la insoportable extensión del techo casi puedo verla como
una silenciosa meseta sobre
                                                                                  mí
seguramente surcada por una
GRIETA
finísima y cada vez más larga como el llanto de un bebé
dentro de una diminuta caja de cerillas
esa misma oscuridad en fuga

a veces escucho risas cristales rasgándose susurros desquiciados

dentro



sábado, 5 de mayo de 2012

Animalitos inexpresivos

Cuno Amiet



Leí "Animalitos inexpresivos" de David Foster Wallace y esto se me prendió en los ojos:




El Pacífico es de color lila a esa hora de la mañana.
Estaba totalmente ensimismado pero era muy inteligente. Podía mirar la misma cosa durante horas sin aburrirse.
_¿Qué es agosto?
El sol sube. La sangre se retira del agua azul.
El dedo de Faye sabe a humo y a sal.

El público del estudio se transfigura al ver cómo la cara de Julie Smith se arruga como un kleenex en el bolsillo y rompe a llorar en silencio. Las lágrimas bajan por los arabescos de sus pómulos y caen sobre el micrófono, donde por alguna razón producen un leve susurro.

Aunque todavía esconde la cabeza debajo del brazo cuando hay tensión.

Va casi rapada. A veces parece un vampiro.
Era como si el neón estuviera vivo. Como si le latiera el corazón. Qué chica tan rara. Tiene algo muy extraño. Cuando sonreía todo se volvía muy brillante, demasiado nítido.
Julie es simplemente incapaz de responder a las preguntas sobre animales.

No crea usted que pasa un solo día

Di que el único sentido que tiene el amor es intentar meter los dedos por los agujeros de la máscara del amante.
_No, eres deliciosamente feliz. Pero no queda mucho de ti, en ese momento te sientes casi colmada.
_Siento algo horrible cuando me mira a través de la ventana.
_Te enamoras de un hombre _dice Julie_ que insiste en que solo puede quererte cuando estás de pie en el centro exacto de la habitación.

Mañana habrá montañas de preguntas enteras sobre animales.
Diles que todavía hoy no puedes soportar a los animales, porque las caras de los animales no tienen ninguna expresión.
Y luego diles que miren de cerca las caras de los hombres. Diles que se detengan un instante y miren la cara de un hombre. La cara de un hombre está totalmente vacía.

Todo el tiempo estábamos buscando algo obvio.




*El texto en su integridad está sacado de ese cuento (traducción de Javier Calvo), sólo he hecho un pequeño collage.




miércoles, 2 de mayo de 2012

el desierto florece


Miquel Barceló




Allá va la que fue mi amor, qué más podría decirle
si ya ni mis gemidos conmueven
a la que ayer arrastraba su espalda por las piedras.
Pero hasta las cenizas recuerdan cuando no era
nadie y aún están los muros contra los que llorando
aplastaba su cara mientras al verla
la gente se decía "Vámonos por otro lado"
y hacían un recodo sólo para no pasar cerca de ella
pero yo reparé en ti,
sólo yo me compadecí de esos harapos
y te limpié las llagas y te tapé, contigo hice agua
de las piedras para que nos laváramos
y el mismo cielo fue una fiesta cuando te regalé
los vestidos más lindos para que la gente te respetára.
Ahora caminas por las calles como si nada de esto
hubiese en verdad sucedido
ofreciéndote al primero que pase
Pero yo no me olvido
de cuando hacían un recodo para no verte
y aun tiemblo de ira ante quienes riendo te decían
"ponte de espalda" y tu espalda se hacía un camino
por donde pasaba la gente
Pero porque tampoco me olvido del color del pasto
cuando me querías ni del azul
del cielo acompañando tu vestido nuevo
perdonaré tus devaneos
Apartaré de ti mi rabia y rencor
y si te encuentro nuevamente, en ti me iré amando
incluso a tus malditos cabrones.
Cuando vuelvas a quererme
y arrepentida los recuerdos se te hayan hecho ácido
deshaciendo las cadenas de tu cuello
y corras emocionada a abrazarme
y Chile se ilumine y los pastos relumbren.

Raúl Zurita

martes, 1 de mayo de 2012

desvelos


Moon Madness, Andrew Wyeth



o utinam tales perducas, improbe, noctes
me miseram quales semper habere iubes!


                                                                                                            Propercio, I, 3, 39-40




¡Ojalá sufras, desalmado, noches
tan funestas como las que a mí me obligas a sufrir!